lunes, 1 de noviembre de 2010

¡AL CARAJO CON EL INVIERNO!

Un nuevo ciclo comienza, como una soleada primavera interna. Parece que el invierno llegó a su fin.
¿Habrá que creer en las estaciones?
La espera se concibe y se modera, cuando falta poco para el tiempo de futuros recuerdos para la eternidad.
¿Son hojas lo que surge de las ramas desnudas?
Y si lo son ¿se volveran perennes al fin y se mantendran unidas al arbol que ha visto caer el follaje del pasado con la impotencia y solemnidad de la firmeza vegetal? La seguridad se sustenta en intenciones, fe, e ilusiones, mas la seguridad es algo volatil, mutable, de cambios constantes. ¡Qué diferente sería todo si pudiesemos controlar la seguridad en lo que amamos! Pero la naturaleza es salvaje, explica los sentimientos como un aliciente que que deriva de la atracción, y su proposito no es otro que alcanzar la fecundación, y reproducción de la especie. Esta malfunción natural mia, este sentir tan poco práctico es lo que mueve el mundo, al menos el mio, que es el que conozco y me importa.
¿Sabes? ¡¡Si quiere volver el invierno, que regrese con fuerza!! Para entonces ya habremos construido nuestro cálido invernadero.

Amadeo Iracundo.